El pasado miércoles, 18 de junio, se presentó el libro Dinámicas de la indigeneidad en contextos urbanos de la Dra. Kathy Fine-Dare, publicado en coedición con USFQ Press . Comentaron la obra los antropólogos Michael Hill y Alexandra Martínez, destacando el trabajo de la autora de una etnografía poderosa resultado del trabajo de muchos años en Cotocollao, Quito. En el evento Kathy Fine-Dere habló de la importancia de editorial Abya-Yala en cuanto a sus aportes a la antropología. Reproducimos acá un fragmento de sus generosas palabras a propósito de los 50 años que cumple la editorial.
Me complace enormemente que esta obra se haya publicado en coedición con Abya-Yala , no solo por la calidad e importancia de sus publicaciones, sino también por mi experiencia trabajando con el fallecido padre Juan Bottasso. Conocí al padre Juan durante mis investigaciones de campo de tesis a principios de la década de 1980 y siempre me brindó un buen apoyo. Cuando me sugirió publicar mi tesis como libro con Abya-Yala, obtuve financiación de la Fundación Wenner-Gren para pagar a un traductor, a quien Juan localizó para mí.
Tras un proceso exhaustivo basada en la revisión por pares, el libro se publicó en 1991 con el título Cotocollao: Ideología, historia y acción en un barrio de Quito. Aunque mis colegas sugirieron que habría sido mejor publicarlo en inglés, sentí la obligación moral e intelectual de ponerlo a disposición del público ecuatoriano en español. No supe si alguien lo había leído hasta que regresé a Quito en 2003 y me enteré de que lo habían estado sacando de la biblioteca de la oficina municipal de La Delicia. El propósito de leer—especialmente los capítulos sobre danza y otras expresiones culturales—era contribuir a la revitalización local de las prácticas indígenas, un movimiento que había comenzado a expandirse globalmente a principios de la década de los noventa.
Darme cuenta de que mi trabajo podía marcar la diferencia en una comunidad local, me inspiró a regresar a Quito para enseñar y realizar más investigaciones. Esta meta se materializó con la ayuda otra vez del padre Juan, quien escribió una carta a la Fundación Fulbright solicitando una beca para que pudiera yo participar en el programa de antropología aplicada de la Salesiana.
Cuando regresé a Quito en 2005, beca en mano, el padre Bottasso me asignó a trabajar con la directora de una nueva maestría en antropología y cultura, esta misma Alexandra Martínez. La experiencia fue enriquecedora e inolvidable, ya que trabajé con estudiantes de diversos orígenes (afro, indígenas, mestizos) y con intereses muy diversos, desde la arquitectura y la arqueología hasta la cultura de las trabajadoras sexuales.
Fue esta experiencia la que me llevó a pensar en escribir una secuela del primer libro de Cotocollao, uno que pudiera vincular mejor las experiencias de los residentes indígenas urbanos del noroeste de Quito con las respuestas indígenas globales al capitalismo y al racismo, así como con las señales arqueológicas de los legados ancestrales.
Aunque la primera versión de este libro se publicó en inglés con el título Urban Mountain Beings: History, Indigeneity, and Geographies of Time in Quito, Ecuador (Lexington Press, 2020), la versión revisada en español es un producto mucho más rico y relevante, que espero también sea de utilidad para las comunidades locales. Como demuestra el trabajo de Michael con miembros de la comunidad de Yunguilla, así como el de Alexandra, quien ha trabajado con mujeres indígenas del Cotopaxi y entre los Achuar, la antropología ha escuchado con mucha atención a sus críticos, transformándose en un campo de estudio que trabaja con y para las personas en proyectos de gran relevancia e importancia para ellas, a medida que esta y otras disciplinas occidentales responden a las críticas que conducen a la descolonización del campo. Esto ha sido de particular importancia para mí debido a la naturaleza de mi trabajo con los pueblos indígenas de Norteamérica.